Psicólogo adolescentes en Bilbao

La adolescencia es una etapa del desarrollo compleja. La adolescencia es una etapa de transición entre la infancia y la vida adulta en la que comienza una búsqueda de identidad propia y autonomía. Las emociones se viven con mucha intensidad y la confusión suele ser habitual. Esto hace que los adolescentes vivan a veces un impulso contradictorio. Por un lado tienen una fuerte necesidad de separación de la familia. Y por otro lado, tienen el deseo de seguir teniendo los privilegios propios de la infancia. En esta etapa se juega fuertes vivencias de dependenciaindependencia.

Por ello, es una etapa en la que pueden aparecer dificultades. A veces los problemas están arraigados en vivencias previas difíciles durante la infancia. Otras veces son momentos complicados relacionados con la adaptación a esta nueva etapa. Así, se pueden producir dificultades en las dinámicas familiares, escolares, entre amigos y emocionales.

Es común dudar sobre el criterio a seguir para saber si nuestro hijo necesita ayuda psicológica. Unas veces son los padres quienes detectan un comportamiento anómalo en el menor otras veces son los propios adolescentes adolescentes quienes piden ayuda ante un elemento que les desborda o les es difícil contar. Ante pensamientos, conductas o emociones que interfieren con su desarrollo a nivel familiar, social o escolar, es aconsejable consultar con un especialista.

Problemas Comunes

¿Cómo es la terapia con adolescentes?

Dependiendo problemática suelo plantear la primera sesión con los padres y el adolescente y el adolescente o solo con el adolescente. En esta primera sesión, se manifiesta su motivo de consulta. Las siguientes cuatro o cinco sesiones son para el adolescente, será él o ella quien exprese de qué quiere hablar, sus preocupaciones y demandas propias. En terapia con adolescentes, al igual que con adultos, hay que tener en cuenta que no todo se puede contar en todo momento, se respetan los tiempos del paciente, los silencios, etc. En algunas ocasiones hay eventos que son graves y que hay que abordarlos dentro de la sesión. Después de estas cuatro o cinco sesiones de evaluación, se vuelve a tener una sesión con los padres, madres o educadores para poner en común lo que se ha analizado hasta el momento y cuál es el plan de trabajo a seguir. En el ámbito de la infancia, mi intervención se caracteriza por considerar al adolescente como un sujeto más, igual que si fuera un adulto, que tiene inquietudes, pasa por dificultades y expresa sus propias necesidades a través de vías que pueden coincidir o no con las del adulto. Se mantiene la comunicación con los progenitores o educadores en todo momento y se realizan coordinaciones con otros profesionales: profesores, psiquiatras, etc.