¿Cuándo consultar?
Son muchos los problemas que solventamos en el día a día sin que se conviertan en una dificultad. Sin embargo, en algunas ocasiones, y sin saber por qué, no somos capaces de resolver alguno de esos problemas por nosotros mismos; se nos repite una situación que es muy desagradable, o mostramos mucha más ansiedad de la esperada. Aparecen un sufrimiento y una preocupación excesivas. Con el tiempo, pueden aparecer también síntomas en el cuerpo y comenzar a afectar a otras áreas que antes funcionaban bien. Antes de que llegue a ser más incapacitante es el momento de consultar.
Lo que nos lleva a consultar siempre es particular, idiosincrásico, único. Es muy común pensar “nadie consulta por esto”, “es una tontería” o, incluso, que “no es relevante” lo que me pasa, si has llegado a ese punto, es precisamente algo importante para ti y por lo que merece la pena consultar e iniciar terapia. En otras ocasiones, el problema es de largo recorrido, tiene ya un diagnóstico previo de otro profesional o, incluso, has iniciado terapias con anterioridad. Cada profesional es diferente y la relación terapéutica es distinta. No te quedes sin solicitar ayuda.
Problemas comunes
Problemas de pareja
Dificultades en las relaciones sociales (fobia social, aislamiento, retraimiento, etc.)
Dificultades familiares (situaciones de separación, divorcio, duelo, etc.)
Duelo o fallecimiento de un familiar
Problemas en el ámbito laboral
Problemas de carácter
Depresión
Ansiedad
Inhibición
Insomnio
Timidez
Fobias
Problemas psicosomáticos (cefaleas, agotamiento, dolor crónico, etc.).
¿Cómo es la terapia?
Se realiza una primera sesión de consulta y, en función de la necesidad y de la disponibilidad horaria, se establece la periodicidad de las sesiones. Algo que caracteriza mi práctica profesional como psicólogo sanitario es que atiendo en el uno por uno: sin recetas ni protocolos que sirvan a dos personas de la misma manera. Me adecúo a la situación personal de cada uno. En cada sesión es el paciente el que habla de lo que le preocupa, no hay una agenda preestablecida; se atiende tanto a lo que está sucediendo en el presente como a lo que para el paciente es relevante del pasado.
